Jóvenes que emigran buscando una salida profesional y dejan en casa a su media naranja, personas con hijos que aceptan proyectos de trabajo en el otro lado del mundo o parejas que se han conocido por Internet y aún no han podido unir sus vidas. Las relaciones a distancia siempre han existido y continuarán existiendo, pero lo cierto es que aún somos muy reacios a ellas, pues pensamos que la distancia apagará la llama del amor.
¿Las relaciones a distancia están condenadas al fracaso?
Un estudio realizado recientemente por investigadores de las universidades de Hong Kong y Cornell afirma que las relaciones a distancia pueden ser incluso más exitosas que las tradicionales. Estos psicólogos evaluaron a 63 parejas analizando aspectos como el grado de intimidad y la comunicación. Así descubrieron que las personas que mantenían una relación a distancia tenían un grado de intimidad mayor.
¿Por qué? Probablemente porque la distancia los obliga a comunicarse mucho más y a estar más pendientes de los sentimientos del otro por lo que el grado de intimidad aumenta. De hecho, seguro que conoces a parejas que viven juntas pero que son dos completos desconocidos entre sí. Por tanto, la distancia también puede ser un aliciente para avivar la pasión y fortalecer la pareja. Todo depende de cómo se afronta la separación.
Cinco consejos para mantener vivo el amor
Mantener una comunicación constante. Hablar con frecuencia, tanto de vuestros objetivos y proyectos como de las cosas más triviales, os ayudará a manteneros cerca el uno del otro. Cuando conoces los miedos y las alegrías de la otra persona, cuando estás al tanto de su día a día, los vínculos afectivos se mantienen y la separación no será tan difícil.
Ser comprensivos. Aunque es importante mantener la comunicación, es vital que no agobies a tu pareja, quizás exigiéndole demasiado, mostrándote demasiado posesivo y celoso o siendo impaciente. Recuerda que la distancia es dura para ambos y la clave para superar ese momento radica en ser sinceros, tolerantes y confiar en el otro.
Sorprender a la pareja. El hecho de que estéis lejos no significa que no le puedas sorprender. Puedes enviarle un regalo, un email sorpresa, una foto especial o incluso un simple SMS con un mensaje que encienda la pasión. Estos detalles no solo sirven para mantener la pasión sino que le indican a la otra persona cuán importante es para nosotros.
Pedir aclaraciones. Al hablar en la distancia solemos perder los detalles propios de la comunicación no verbal por lo que a veces no entendemos muy bien el mensaje. Ante las dudas, pregunta. Es mejor pedir una aclaración que pasarnos toda la semana pensando en qué habrá querido decir nuestra pareja e intentando atar cabos sueltos. Las suposiciones son uno de los peores enemigos de una relación, así que no caigas en su trampa.
Posponer las discusiones. Si quieres tratar algún tema peliagudo que no es urgente resolver, será mejor que lo pospongas hasta vuestro próximo encuentro. Ten presente que las discusiones en la distancia suelen tener mayores repercusiones que las peleas cara a cara. Cuando no existe la posibilidad de zanjar los problemas con un abrazo o un beso, las desavenencias suelen dejar un mal sabor en la boca.